viernes, 3 de abril de 2009

¿Por mil años?

Existe una premisa de actualidad en la comunidad científica mundial: "La persona que tendrá una esperanza de vida de 1.000 años, está viva hoy día"; ¿se imaginan tamaña afirmación?; es decir, ¿Como la sociedad actual puede, en términos de organización, enfrentar el reto que supone otorgar oportunidades de acceso a las necesidades básicas del ser humano a la población mundial, luego que se materialicen los avances biomédicos y genéticos?

Es, por decir lo menos, imperativo que los líderes mundiales comiencen a pensar estrategias que puedan ayudar a resolver las implicaciones y repercusiones que tendrá el hecho que la medicina y la genética, han tenido avances sorprendentes en el tratamiento y prevención de los síntomas que conllevan al deterioro de las células humanas.

Una de las repercusiones será: ¿Cómo puede una persona producir ingresos después de su edad "útil"?...si aceptamos como un hecho que la sociedad organizada rechaza a las personas de "edad" (digamos, más de 50 años), como seres productivos y sumamos a ello los prejuicios sobre el "obsoletismo" de tales personas, ¿podría haber un panorama más desolador?

¿Puede cualquier persona con ingresos medianos superar el dilema que planteo, con los medios y escenarios actuales?

Si yo fuera usted (y no lo soy :-); procuraría buscar una manera para preparar el camino que me lleve a un retiro productivo, que satisfaga las más elementales urgencias de la raza humana.

Trataría de invetir mi dinero en una póliza de vida entera que me permita superar con creces las estadísticas actuariales que se verán seriamente comprometidas si, como dice el articulo del enlace (subrayado en azul), los seres humanos podrán aumentar su esperanza de vida dramáticamente en los próximos 10 años!

Sólo una persona responsable de sí misma, centrada y abierta a que realmente esto está pasando y puede agarrarnos desprevenidos; podrá asistir a una vida sin problemas desde el punto de vista económico, al tomar una decisión que ha estado postergando en demasía.